Estamos en una sociedad donde en el ámbito deportivo, lo único que realmente importan son los resultados.

Da igual el cómo, si el partido, la competición o las sensaciones han sido negativas o el estado de ánimo y los aspectos deportivos no han sido los esperados o no se han cumplido objetivos, mientras que se haya ganado. La victoria es la que realmente importa y mientras se gane, todo va bien.

Sin embargo, aunque de primeras pueda parecer una contradicción, ganar es lo fácil, ya que “parece” que cuando un equipo gana, todo va bien, no hay nada que mejorar y todo fluye de la mejor manera, haciendo sentir a todos sus miembros felices y contentos / as por su trabajo. Todo esto  nos acerca más a nuestra zona de confort y no nos hace plantearnos aspectos a mejorar y puede que nos lleve a un rincón donde no veamos la realidad o nos cueste más hacerlo, por esa “euforia” producida por la continuidad de victorias.

¿Qué puede pasar si esa continuidad de victorias se ve interrumpida por una fase de derrotas o una bajada grande del rendimiento?

En el caso del deporte colectivo, si en una primera vuelta, los resultados han sido positivos y la mayor parte de los partidos o competiciones realizadas han terminado en victoria, todo hace que las cosas fluyan y todo se perciba como positivo, no dando a lugar a trabajar aspectos a mejorar o realizar evaluaciones. Los entrenamientos, las estrategias, las tareas, la convivencia del equipo, los aspectos técnicos, físicos y mentales no se revisarán y se corre el riesgo de entrar en un círculo en el que se trabaje lo mismo, no se mejore y nos acomodemos. Llevándonos a un punto de no consciencia de los aspectos a mejorar y no realizando una evaluación de nuestro trabajo y evolución, necesaria para ir cumpliendo objetivos en la temporada. En definitiva, se puede correr el riesgo de dejarnos llevar por esas sensaciones y acomodarnos en relación a objetivos, forma de trabajar y seguimiento de todo el conjunto.

Si en la segunda vuelta, llegan las derrotas / empates y no hay victorias, empezarán a aparecer numerosos problemas y dificultades que en la primera vuelta no se han podido detectar, ya que esa “euforia” por las victorias no nos habrá permitido ver y poder trabajar en ello. Aspectos en la metodología de trabajo, dificultades en la relación tanto del equipo como del cuerpo técnico y multitud de aspectos más, son ejemplo de factores que pueden verse afectados y pueden aparecer cuando las cosas no salen como esperamos o cuando no estamos cumpliendo los objetivos que se han estado cumpliendo con anterioridad.

Por lo que es muy importante, desde el inicio de temporada, trabajar todos los aspectos que se puedan presentar durante la temporada, preveer y prevenir, pueden ser una gran clave para adelantarnos a situaciones que puedan pasar. Plantear qué objetivos queremos trabajar durante los diferentes momentos de la temporada, evaluar nuestro trabajo de manera constante, generar un clima positivo y favorecer la cohesión tanto del equipo como del cuerpo técnico… Son algunos ejemplos de aspectos a trabajar, no sólo cuando se acumulan victorias, sino objetivos de toda la temporada. Las derrotas y los momentos complicados, ponen a prueba a un equipo y si no se “han hecho correctamente los deberes” puede suponer que o bien el equipo se una ante las adversidades o bien pase todo lo contrario, que se fracture y el problema vaya a más, dificultando las soluciones a aplicar, siendo quizás ya demasiado tarde, de cara a la temporada, objetivos a cumplir y resultados.

Por lo que, al iniciar temporada es importante plantearnos qué queremos trabajar y cómo lo queremos trabajar, además de mantenernos en “alerta” constante tanto en épocas de victorias como de derrotas. Estando más pendiente en el caso de las primeras, porque es cuando se corre el riesgo, de acomodarnos y relajarnos en cuanto al cumplimiento de objetivos.

En lo tratado en este artículo, la psicología y el coaching deportivo tienen un papel muy importante, ya que trabajan muchas variables psicológicas durante toda la temporada tanto de jugadores como de cuerpo técnico para que puedan afrontar diferentes situaciones con las herramientas adecuadas.

 

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