Tras muchos meses de trabajo, de incertidumbre, de reinvención y de cambios, tras darle muchas vueltas sobre qué escribir, me he decantado por este tema, ya que mi relación con el deporte ha sido a través del fútbol sala y el arbitraje durante aproximadamente diecinueve años.

Empecé a los quince años en el mundo del arbitraje en el fútbol sala, como Anotadora – Cronometradora o Árbitro Asistente. He pasado por todas las categorías, ostentando la máxima categoría durante doce años, además de intervenir en competiciones internacionales celebradas en España y en diferentes Campeonatos de diversas categorías.

Mi profesión, Pedagoga y Educadora Infantil, poco a poco me ha ido acercando al mundo del deporte desde otra visión. ¿Cómo decidí adentrarme en el mundo de la pedagogía, psicología y coaching deportivo?

Desde que empecé en el arbitraje hasta que he cerrado con el mismo, tan presente en mi vida, he ido forjando mi personalidad y me ha ayudado a adquirir responsabilidades, compromisos, a esforzarme por aquello en lo que creo… y sobre todo que haga de este deporte una pasión y una forma de vida, queriendo seguir sumando al mismo, desde otra perspectiva y estando relacionada con mi profesión. El año pasado fue el momento de cumplir mi deseo y me matriculé en un Máster de Psicología y Coaching Deportivo, donde tuve la oportunidad de emprender un nuevo camino en el mundo del deporte, en este caso, en nuestro apasionado fútbol sala. Ahora, desde el otro lado, desde el lado de un equipo.

Por ello, he decidido escribir este artículo sobre mi experiencia en el lado del arbitraje y en el lado de un equipo.

Ambos tienen muchas diferencias, que darían para otra multitud de artículos. Sin embargo, he decidido escribir sobre ello, porque creo que, por otro lado, tienen otros muchos aspectos en común en cuanto a aspectos psicológicos se refiere.

En ambos lados, arbitraje y equipo, es importante trabajar la parte mental, la parte psicológica, la potenciación y la mejora del rendimiento en todas las variables psicológicas que afectan tanto al árbitro como a los miembros de un equipo (cuerpo técnico, jugadores, familias…). Aunque pueda parecer que son dos mundos totalmente opuestos y distintos, en lo que a aspectos psicológicos se refiere, tienen más en común de lo que la sociedad o los mismos integrantes de nuestro deporte creemos.

Son la propia sociedad, las federaciones y los organismos que están por encima de éstos (equipos y árbitros / as) los que realmente los convierten en “enemigos”. Al final ambos se necesitan y sin los mismos, no podrían celebrarse los partidos cada fin de semana. Todos son personas y como tales, tienen una parte física, técnico – táctica, que es importante que tengan y trabajen. Sin embargo la más olvidada, es la parte mental y emocional,  aquella que les hace más humanos / as y la que es importante trabajar, fomentar, potenciar y cuidar.

En el caso de los árbitros /as, si no se trabaja la parte mental, todos esos factores psicológicos no trabajados y no controlados van a favorecer la aparición de inseguridades, miedos, presión, desconfianza, falta de lectura del partido, carencia de habilidades de comunicación con equipos y jugadores, así como multitud de numerosos aspectos que afectan al desarrollo de sus funciones y que ni siquiera puede que sean conscientes que es importante trabajar o mejorar. Quizás el propio árbitro / a, podría ser responsable de este trabajo mental y psicológico. Sin embargo, es tarea de los organismos a los que pertenecen los árbitros, el hacerles conscientes de los aspectos a trabajar y potenciar, para mejorar su rendimiento, tanto a nivel individual como a nivel del colectivo arbitral. Tratando estas organizaciones de ser ejemplo para el colectivo arbitral y favoreciendo la unificación de criterios, tan importante y tan olvidada en este colectivo.

En el caso de los equipos, creo que actualmente están más avanzados y son más privilegiados en cuanto a trabajo de aspectos mentales y psicológicos, ya que cada vez más, se cuenta con la figura de un psicólogo / a, pedagogo/ a y coach deportivo dentro de su staff técnico. ¿Qué se trabaja en un equipo? Todas las variables psicológicas que afectan a jugadores (miedos, inseguridades, confianza, motivación, concentración, autorregulación…) y cuerpo técnico, tratando de favorecer y mejorar su rendimiento. En cuanto a la base, se realiza un trabajo de prevención con familias y menores, dando lugar a multitud de proyectos e intervenciones, según vayan surgiendo nuevas necesidades, adaptándose a cada momento.

En definitiva, como artículo introductorio en relación a este tema, quiero finalizar éste con la pregunta: ¿Por qué es importante la psicología / pedagogía y coaching deportivo en ambos lados (arbitraje – equipo)? Porque con este trabajo mental se busca la mejora del rendimiento en el ámbito deportivo, trabajando todas las variables psicológicas que les afectan, incluyendo esta parte como una “pata” más en aspectos a trabajar en el deporte, en este caso fútbol sala (técnica, táctica, físico y aspectos psicológicos). En cuanto al coaching, es algo más complejo y delicado, ya que supone un acompañamiento al deportista o al árbitro en la búsqueda de sus objetivos personales, guiándole en la toma de conciencia y en el rumbo que él / ella se vaya marcando.

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